Una gran oportunidad para la eficiencia energética en los hoteles españoles

Una gran oportunidad para la eficiencia energética en los hoteles españoles

Los diversos programas públicos para la mejora de la eficiencia energética de edificios existentes facilitan la financiación. El mayor ahorro es no necesitar la energía, y actuaciones que tienen efectos directos en la reducción del consumo energético son fundamentales no sólo para la industria hotelera, sino también para la administración pública. La convocatoria de diferentes programas de financiación públicos ponen el acento en la envolvente térmica como prioridad estratégica, ya que este tipo de actuaciones no sólo mejoran la eficiencia energética de los edificios, sino que también contribuyen a aumentar el valor patrimonial del hotel y a reducir sus costes de mantenimiento.

La puesta en marcha de planes de financiación como PIMASOL y las ayudas de IDAE, junto a la aprobación de nuevos reglamentos como la Ley de Rehabilitación, Regeneración y Renovación Urbana, el nuevo Real Decreto de Certificación de Eficiencia Energética de Edificios y la última modificación del Código Técnico de la Edificación, evidencian el impulso definitivo que desde las administraciones públicas se está haciendo por la rehabilitación energética de los edificios, al vincular las ayudas públicas en rehabilitación a la necesaria mejora de la eficiencia energética del inmueble. Allanan, además, el camino hacia el objetivo de la Unión Europea de conseguir edificios de consumo de energía casi nulo en el año 2020, o al menos lograr una importante reducción del consumo de energía en los edificios existentes.

Los hoteles son conscientes de que existen diversas alternativas para mejorar su eficiencia energética, y entienden que deben contar con una planificación rigurosa y global, que influye en los procesos de trabajo, la demanda energética o la eficiencia en la producción. De hecho, según el estudio «Cómo impulsar la eficiencia energética del sector Hotelero español» promovido por la Plataforma Tecnológica Española de Eficiencia Energética, el 69% de los hoteles tienen intención de implantar en el corto plazo soluciones de eficiencia energética, para ahorrar principalmente energía y costes, aunque se enfrentan a su principal barrera: la elevada inversión requerida, que se afronta en un 79% de los casos con financiación propia.

La eficiencia energética no es sólo una prioridad de las grandes cadenas hoteleras, que desde luego acometen planes medioambientales integrales, sino que deben impregnar al resto del tejido hotelero que suman el 70% de los establecimientos no integrados en grandes cadenas hoteleras. La limitación de la demanda energética es el mayor ahorro. Lamentablemente, actuaciones que limitan la demanda pero que, a priori, son más complejas o tienen periodos de retorno de la inversión mayores, se descartan por criterios económicos o son las últimas en acometerse. Pero ¿debemos aplicar el mismo criterio de payback a corto plazo en un proyecto de instalaciones (de iluminación, por ejemplo), que en la fachada de nuestro edificio? Si no tiene el mismo coste de mantenimiento en el tiempo, e igual periodo de vida útil una y otra actuación.

¿No pasa a formar parte del activo inmobiliario incrementado el valor patrimonial una actuación integral en la envolvente que permanecerá sin mantenimiento toda la vida útil del edificio? Naturalmente la barrera de la financiación se interpone entre las actuaciones y su implementación, un hecho que el IDAE ha comprendido y ha intentado abordar a través del plan recientemente hecho público. Este programa se marca como prioridades mejorar la envolvente térmica, climatización e iluminación, y promover la biomasa y la geotermia como fuentes energéticas alternativas, siguiendo la máxima de que el mayor ahorro es no necesitar la energía.

Precisamente, la envolvente de los edificios contribuye a limitar la demanda energética y, además, incrementa el valor patrimonial y la estética de los inmuebles. Los sistemas de aislamiento térmico exterior (SATE) son la solución de aislamiento exterior de las fachadas que pueden unir en una misma actuación la solución de salubridad (reparación de humedades o condensaciones), estética (cambiando por completo la personalidad de su inmueble si así se requiere) y de eficiencia energética en la fachada, todo en la misma actuación, aspectos en los que ya trabajamos con ITH a través de un proyecto piloto.

El progresivo e imparable incremento de las exigencias normativas en este campo persigue afianzar un nuevo concepto social de sostenibilidad que convierte la eficiencia energética en valor añadido e imagen de marca de instituciones y empresas, especialmente de aquellas cuya imagen corporativa y comercial queda estrechamente vinculada a sus edificios, como es el caso de los hoteles.

Unos objetivos para cuya consecución es imprescindible mejorar la envolvente térmica de los edificios dotando a sus cerramientos de mejor aislamiento térmico,  y optimizar sus instalaciones, reduciendo con ello el consumo energético del edificio, lo que supone un importante ahorro económico y la mejora de la competitividad de las empresas del sector hotelero. El siguiente paso que habrá que dar claramente será aumentar sustancialmente los presupuestos asignados a este tipo de ayudas o bien se incrementen adecuadamente las desgravaciones fiscales vinculadas a este tipo de intervenciones, y que tales ayudas se hagan extensivas para ahorrar en todas las fuentes energéticas habitualmente empleadas en el sector hotelero.

 

Fernando Arrabé
Director General – Baumit