Objetivo: convertir la gestión de energía de las habitaciones en rentabilidad para el hotel

Los huéspedes y el personal del hotel no son responsables directos de la factura energética global del inmueble. Por este motivo, los ocupantes de las habitaciones carecen de incentivos para adoptar hábitos de ahorro energético. Sin embargo, el consumo de energía de las habitaciones representa un promedio del 60% del consumo de energía en el sector hotelero

Por otra parte, los datos del sector indican que los huéspedes pasan varias horas al día, de media, fuera de su habitación. Esto hace que cada vez sea más evidente que se tengan que plantear estrategias de gestión energética de habitaciones que tengan en cuenta por un lado la eficiencia y por otro el confort de los ocupantes.

Imaginemos un hotel dónde el personal puede acceder fácilmente y al momento a pantallas que les permiten regular y supervisar el consumo de energía en habitaciones estén ocupadas, contratadas pero desocupadas o simplemente desocupadas. Desde el punto de vista de la energía y el confort, todas estas categorías deben gestionarse de forma diferente, empleando sensores instalados en las habitaciones que recogen una gran cantidad de datos de confort, seguridad y consumo energético, junto con software de análisis de edificios que convierte estos datos en conocimiento útil para mejorar la eficiencia energética del hotel e incrementar la satisfacción de los huéspedes.

La convergencia de Industrial Internet of Things con los sistemas energéticos permite detectar condiciones problemáticas en las habitaciones y formula propuestas y medidas para corregir la situación. Adicionalmente estos datos se almacenan en la nube, donde pueden ser analizados por especialistas cualificados. Los informes generados a partir de estos datos, además de identificar averías en equipos y sistemas, recomiendan una secuencia priorizada de mejoras operativas y revelan tendencias en el uso de la energía. También señalan costes evitables y el ahorro total de energía en periodos predefinidos. Todo este abanico de soluciones es -en esencia- lo que debe ofrecer un sistema BMS totalmente integrado y escalable, como EcoStruxure for Hotels.

Desde el acceso con tarjeteros inteligentes que no permitan el uso de otras tarjetas no suministradas por el hotel, hasta diversos sistemas de gestión de presencia mejorada teniendo en cuenta el estado de todas las puertas y ventanas, etc. o incluso mediante la interacción con smartphones (eliminando incluso el tarjetero) se obtienen todos los inputs necesarios para que, una vez analizados desde dispositivos procesadores como el Hotel Room Controler permita la automatización de parámetros de iluminación, clima, HVAC,…según las consignas establecidas para cada situación, incrementando así todas las posibilidades de ahorro existentes sin tener que sacrificar el grado de confort y la experiencia del huésped, que debe ser siempre la prioridad número uno e influye directamente en la rentabilidad del hotel.

En el momento de ampliar esta solución a diversas habitaciones la conexión en red de los controladores permite seguir aumentando el confort de los huéspedes:

  • Permitiendo que el BMS envíe una alarma si una habitación supera un límite determinado cuando está ocupada y haciendo posible el mantenimiento preventivo antes de que el cliente formule una queja.
  • Ofreciendo la posibilidad de modificar los parámetros de la habitación remotamente para complacer a un huésped o corregir las condiciones de una habitación concreta.
  • Climatizando habitaciones recién contratadas hasta el ajuste de control en condiciones de “ocupación” en lugar de esperar hasta que el huésped ocupe la habitación.
  • Saludando al huésped en su propio idioma con pantallas táctiles inteligentes integradas en la solución BMS, que a la vez le permitan interactuar diversos parámetros de confort etc…
  • Detectando cuando la puerta o una ventana de la habitación se abre o se cierra, haciendo reaccionar al sistema inteligente en función de la causa, por ejemplo si el huésped abre la ventana cuando el sistema de calefacción está actuando.

Por otro lado, la aplicación de soluciones con controladores de zona también ofrecen una doble posibilidad de ahorro, actuando de pleno en la reducción de los costes de mantenimiento. Por regla general, en los hoteles el mantenimiento es del tipo reactivo, limitándose a reparar los equipos cuando se averían o en respuesta a quejas de los huéspedes. Al conectar en una red los controladores de las habitaciones, el personal del hotel puede trabajar de forma proactiva: con frecuencia, los problemas pueden resolverse remotamente, las averías pueden prevenirse detectando problemas de funcionamiento y tomando medidas inmediatas, todo ello con un coste mucho menor que el que suponen las reparaciones de emergencia y ocasionando menos molestias a los huéspedes. La supervisión continua y las alertas electrónicas incrementan la satisfacción de los huéspedes y aceleran el tiempo de respuesta cuando surgen problemas de mantenimiento.

De este modo pasamos de procesos basados en mantenimiento reactivo a una mayor visión y proactividad, y con ello a criterios de eficiencia energética activa, dotando de ciertos niveles de inteligencia y automatización las estancias con soluciones ampliables y escalables que no solo son capaces de gestionar un solo hotel si no que permiten incluso el control multi-site. Ahora viene la ecuación: si según diversos estudios comparando una habitación con una instalación tradicional contra una provista de una instalación inteligente ofrece potenciales ahorros energéticos alcanzan el 44%, multiplicar el sobrecoste por el número de habitaciones permite hacerse una idea de qué rentabilidad ofrecen estos sistemas y cómo pueden repercutir en otras iniciativas hacia el huésped.