Resuinsa inaugura sus nuevas instalaciones para responder a las demandas de sus clientes
- Con 35.000 m2, la nave ha sido diseñada por BoMa, estudio que ha convertido la antigua hilatura situada en Anna (Valencia) en un moderno espacio
- El proyecto se ha apoyado en el diseño, la innovación y la sostenibilidad, valores de los que Resuinsa es referente en el sector
27 de septiembre de 2019. Resuinsa ha abierto las puertas de sus nuevas instalaciones en la localidad de Anna (Valencia). Con una superficie de 35.000 m2, da respuesta a las necesidades de los clientes de la compañía, repartidos en más de 115 países de los cinco continentes, y a la apuesta por la investigación en nuevos proyectos de I+D+i.
La nave ha sido diseñada por BoMa estudio cuyo objetivo ha sido convertir una antigua hilatura de los años 50 del siglo pasado en unas modernas instalaciones. El espacio alberga los últimos pasos del proceso de producción de los textiles (corte y confección), así como embalaje, almacenamiento y logística, además de oficinas.
Siguiendo la filosofía con la que se diseñaron las oficinas principales, situadas en la playa de la Patacona de Alboraya (Valencia), el equipo creativo de BoMa ha buscado, al mismo tiempo, una estética rompedora y mimetizada con el privilegiado entorno natural en el que se ubica. Para todo ello, el proyecto se ha apoyado en el diseño, la innovación y la sostenibilidad, valores de los que Resuinsa es referente en el sector y que se han plasmado en cada uno de los elementos.
Para la nave se han seleccionado diferentes colores que evocan los elementos de la naturaleza, muy presente en la riqueza de la vegetación y del jardín existente en los alrededores. Así, se juega con el azul, el verde y el terracota, que tiñen las formas geométricas dibujadas a lo largo de la extensa fachada ofreciendo un resultado sorprendente que armoniza totalmente con el entorno.
El interior de las instalaciones se divide en dos zonas con exigencias muy diferentes y a las cuales se accede a través de un hall de doble altura que actúa como distribuidor. El estudio de arquitectura y diseño seleccionó el color amarillo, que transforma la percepción del espacio. Esta tonalidad se mantiene en las oficinas y la sala de reunión, ya que aporta positivismo y energía al ambiente de trabajo. En ambas se ha buscado mantener la esencia de la fábrica original y se ha puesto en valor elementos singulares como un ventilador situado en la sala de reuniones.
En la zona productiva y logística, BoMa estudio ha realizado una distribución sencilla y eficiente para facilitar el flujo de trabajo. La continuidad de la iluminación ha sido un elemento esencial a la hora de diseñar los espacios, ya que se buscaba conseguir una luz neutra que no contaminara los colores de los tejidos.