Los hoteles españoles podrían ahorrar hasta 53 millones de euros al año en agua
Para un hotel de cien habitaciones, una inversión única de en torno a los 2.300 euros en sistemas de ahorro, como perlizadores y duchas reductoras de caudal, puede suponer un ahorro equivalente anual al volumen de agua de una piscina olímpica; además, la inversión se puede recuperar en poco más de seis meses
¿Cómo puede ahorrar un hotel haciendo inversiones mínimas? ¿Son los sistemas de reducción de caudal realmente efectivos, en términos de costes y de ahorro de agua, para los hoteles? La respuesta a ambas preguntas es un rotundo sí: de hecho, si los más de 14 mil hoteles españoles instalasen dispositivos como perlizadores y duchas de bajo consumo en sus instalaciones, en un año se ahorrarían el equivalente al agua que consume una ciudad con un número de habitantes similar a Málaga o Zaragoza.
El Instituto Tecnológico Hotelero (ITH) y la firma de consultoría Stalvia responden a estas preguntas, a partir del análisis preliminar llevado a cabo para el lanzamiento del proyecto piloto “Sistemas de Ahorro de Caudal: Reducción del Consumo de Agua en Hoteles”, que podrán en marcha en las próximas semanas, en el marco de la incorporación de Stalvia a ITH como socio tecnológico, coincidiendo con la celebración del Día Mundial del Agua (este año bajo el lema Agua y Energía).
El consumo de agua es un factor crucial para la gestión sostenible de los hoteles, sin embargo, y a diferencia de la eficiencia energética, no es una prioridad estratégica a corto plazo para los hoteles. “El objetivo de hacer públicos estos datos es mover a la reflexión a los hoteles españoles sobre la importancia de la gestión del agua, no sólo desde el punto de vista del impacto medioambiental, sino como un aspecto vinculado a los costes del suministros que adquirirá mayor protagonismo a corto y medio plazo”, explica Óscar Alonso, técnico del Área de Sostenibilidad de ITH.
53 millones de euros de ahorro para los hoteles españoles
En general, los dispositivos de ahorro de agua, que precisan inversiones muy bajas, se traducen en reducciones directas en el consumo de este preciado líquido, aunque dependiendo del sistema, estos ahorros pueden incrementarse, como en el caso de la tecnología sobre la que se han hecho este análisis.
Así, a partir del rendimiento de duchas de bajo consumo de última generación y perlizadores, como los de la marca noruega Bathlia, ITH y Stalvia han calculado el volumen de agua que un hotel podría ahorrar al contar con un equipamiento como éste. El sistema patentado por Bathlia se basa en un tornillo-turbina, que, en combinación con una precámara de expansión, genera pulsos de presión alta y baja de forma imperceptible (30 veces por segundo), consiguiendo de esta forma un ahorro de agua de hasta el 60%. Otras ventajas adicionales son que ofrece un confort de uso superior, al mantener alta la presión y la temperatura del agua; reduce los riesgos de legionela al no mezclar el agua con el aire; y elimina los problemas de calcificación.
“El factor coste es fundamental, y es que con una inversión mínima se consiguen reducciones muy considerables del consumo de agua en hoteles, sin reducir el confort de los huéspedes”, apunta José Lozano, gestor energético de la firma Stalvia.
De esta forma, un hotel con 103 plazas (media nacional según el INE), se ahorraría al año aproximadamente el equivalente al agua que necesitaría para llenar una piscina olímpica (hasta 2.243 metros cúbicos), lo que para toda la planta hotelera española, formada por más de 14 mil hoteles, se traduce en unos 31 millones de metros cúbicos anuales de ahorro, lo que equivale al consumo total anual de una ciudad de unos 600 mil habitantes, de tamaño entre Málaga y Zaragoza.
En términos de costes, la disminución de consumo de agua en hoteles que se conseguiría instalando sistemas de ahorro de caudal también es muy relevante. Considerando que, según datos de 2013 de la Asociación Española de Abastecedores de Agua y Saneamientos (AEAS), el precio medio por metro cúbico del agua en España es de 1,7 euros, los hoteles españoles podrían ahorrase más de 53 millones de euros al año instalando este tipo de elementos. También se pueden conseguir ahorros indirectos en concepto de la energía necesaria tanto para calentar el agua como para el bombeo.
Desde el punto de vista económico, la instalación de estos sistemas de ahorro y consumo eficiente de agua tienen un coste muy bajo (una media de 2.300 euros para un hotel tipo de 103 plazas), son muy fáciles de instalar, su impacto en la operativa normal del hotel es prácticamente nulo, y la inversión se puede recuperar en un plazo de seis a siete meses.