Perspectivas del Calentamiento Global, Desarrollo Sostenible y los Acuerdos de París, por Alexis L. LEROY

No hay duda de que el número de signatarios es historia, el Acuerdo de París es el resultado de una gestión de 43 años.

En 1972, la publicación de “Limits to Growth”, un reporte encargado por el Club de Roma y preparado por el equipo de Massachusetts Institute of Technology, produjo por primera vez impacto en el tema de sostenibilidad.

Veinte años después, la Cumbre de la Tierra celebrada en Río de Janeiro, ofrece un primer consenso con la adopción de la Agenda 21; un plan de acción del siglo XXI que describe las áreas donde el desarrollo sostenible se aplicará en el contexto de los gobiernos locales.

Hace recomendaciones en áreas tan diversas como la pobreza, la salud, la vivienda, la contaminación, la gestión marina, forestal y de montañas, la desertificación, la gestión de agua y saneamiento, la gestión de la agricultura y la gestión de residuos.

Todos estos temas de noticias diarias… hace 27 años.

Paralelamente a este plan de acción, se adopta una declaración sobre el medio ambiente y el desarrollo. Enumera 27 principios a seguir en la implementación de la Agenda 21.

Para dar contenido a estos compromisos, la COP 1 se llevó a cabo en 1995 en la ciudad de Berlín. Luego, el mundo se divide entre países ricos y pobres, que se niegan a asumir la responsabilidad del calentamiento global. Berlín allanará el camino para Kioto, donde los objetivos de reducción de CO2 se tomarán dos años más tarde, por desgracia, con poco éxito.

Veinte años después, la COP 21 o la Conferencia de París dieron como resultado un nuevo acuerdo internacional sobre el clima, que se aplicará esta vez a todos los países y que apunta a mantener el calentamiento global por debajo del umbral de 2 ° C, en línea con las recomendaciones del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC).

Histórico por el número de participantes y la fuerza de los compromisos adquiridos, el Acuerdo de París no tiene precedentes en las negociaciones sobre cambio climático, las amenazas relacionadas y esto en un contexto de desarrollo sostenible y la lucha contra la pobreza.

Acompañado de la implementación de 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible cuyos tres pilares son; Economía, Medio Ambiente y Sociedad (descripción en el recuadro de enfrente).

Sin embargo, tres años después, las reglas multilaterales para la implementación del Acuerdo de París finalmente se ratificaron durante la COP 24, no se impusieron medidas a corto plazo.

A pesar de esto, el número de actores privados, de cualquier tamaño y sector, comprometidos con objetivos de sostenibilidad tangibles en el corto y mediano plazo, nunca ha sido tan numeroso.

El desarrollo sostenible, más allá del problema climático, se ocupa de la gestión de los recursos, los métodos de producción, el consumo y la equidad global. Cuestiona nuestro modelo económico no regenerativo, fruto de la Revolución Industrial que desde 1750 agota todos los recursos, incluidos los humanos.

Un cambio de paradigma profundo está en marcha en las organizaciones de hoy. Las empresas de todo el mundo están liderando audazmente la transición de una táctica sin salida del «status quo» a estrategias transformadoras esenciales para crear un mundo floreciente y sostenible.

Más allá de la demanda de los consumidores, cada vez más apegados a los valores que a los productos, estos cambios responden a un desarrollo deseado.

Dados los requisitos, un estudio realizado por Elan Edelman, especialista en comunicación de marca, muestra que “el 65% de los franceses eligen comprar o boicotear, según su percepción de los valores que defienden».

En términos de rendimiento, los líderes más innovadores de hoy reconocen que, por el bien de nuestras empresas y nuestro mundo, debemos implementar cambios revolucionarios, no solo progresivos, en la forma en que vivimos y trabajamos. ¡A trabajar!

Imagine un mundo en el que el exceso de energía de una empresa se usará para calentar a otra. Donde los edificios necesiten menos energía y donde los edificios comerciales «regeneradores”, que producen más energía de la que usan, estén diseñados. Un mundo en el que los productos y procesos ecológicamente racionales sean más rentables que el desperdicio de residuos.

Todas estas soluciones existen en la actualidad, fruto de innovaciones audaces de multinacionales o Pymes, investigaciones científicas o sentido común. Hay una multitud de estrategias que los individuos y las organizaciones pueden usar, ya que los Acuerdos de París seguramente harán historia; depende del sector privado, plenamente capacitado, de escribirlo.

17 Objetivos de Desarrollo Sostenible – Naciones Unidas.

“Los ODS entraron en vigencia en enero de 2016 y continuarán guiando la política y el financiamiento del PNUD hasta 2030. Como agencia líder de desarrollo de la ONU, el PNUD tiene una posición única para ayudar a implementar los Objetivos a través de nuestro trabajo en unos 170 países y territorios.

Nuestro plan estratégico se enfoca en áreas clave que incluyen la disminución de la pobreza, la gobernabilidad democrática y la construcción de la paz, el cambio climático y el riesgo de desastres, y la desigualdad económica. El PNUD brinda apoyo a los gobiernos para integrar los ODS en sus planes y políticas nacionales de desarrollo. Este trabajo ya está en marcha, ya que apoyamos a muchos países para acelerar el progreso ya alcanzado en los Objetivos de Desarrollo del Milenio.

Nuestro historial de trabajo a través de múltiples objetivos nos brinda una valiosa experiencia y una expertís comprobada en políticas para asegurar que todos alcancemos los objetivos establecidos en los ODS para el 2030. Pero no podemos hacerlo solos.

El logro de los ODS requiere la colaboración de los gobiernos, el sector privado, la sociedad civil y los ciudadanos para asegurarnos de dejar un planeta mejor para las generaciones futuras «.

Contacto:

Patricia Piñero Rodríguez

Especialista en Sostenibilidad y Ventas

ppr@allcot.com

El futuro será más sostenible…¿pero quedará en el futuro algo que sostener?

Creo en la evolución de las civilizaciones porque es un hecho evidente. Creo en la transformación cultural de las sociedades, porque viene ocurriendo desde que el hombre existe en la tierra. Hasta aquí, todo parece razonable, pero lamentablemente, la evolución y la transformación de la sociedad para adaptarse a los cambios necesarios para la supervivencia del planeta, también es un hecho que lleva mucho tiempo. Tiempo que por otro lado, según los científicos menos optimistas, no tenemos.

Según la organización Global Footprint Network, El ‘Día de la Sobrecapacidad de la Tierra’ tuvo lugar el pasado 1 de agosto, el momento en el que el planeta ha agotado el presupuesto ecológico de la Tierra para el año 2018. Esto significa que la demanda de recursos naturales de la humanidad ha superado lo que los ecosistemas pueden renovar este año. El ‘Día de la Sobrecapacidad’ se ha adelantado desde finales de septiembre en 1997 hasta su fecha más temprana este 2018, lo que significa que las actividades humanas están ejerciendo demasiada presión sobre la naturaleza. También según dicha organización, se estima que en la actualidad haría falta el equivalente a 1,7 planetas para satisfacer de forma sostenible la demanda de recursos.

Para mayor angustia, en el caso de España, el país entró en déficit ecológico el 11 de junio de 2018, por lo que si todos los seres humanos viviesen como un español medio, consumirían el equivalente a 2,3 planetas por año.

El balance total demuestra que la humanidad está en números rojos y ha generado una “deuda ecológica”, que se nota cada vez más con la pérdida de biodiversidad y de suelo fértil, y la presencia de fenómenos meteorológicos cada vez más inusuales por su poder destructivo y por la frecuencia de los mismos. La mayor parte de la huella ecológica de la humanidad lo constituye la huella de carbono -el dióxido de carbono que la atmósfera debe absorber- producida sobre todo por la quema de combustibles fósiles. Esta ‘deuda ecológica’ sólo se puede sostener durante un tiempo limitado antes de que los ecosistemas comiencen a «degradarse» hasta acercarse al «colapso», una situación que ya estamos sufriendo en forma de sequías prolongadas, desertificación, pérdida de suelos, menor productividad de los cultivos, deforestación, extinción de especies….

En medio de este caos inminente, ya llevamos unos años hablando de la transformación económica que nos permitirá revertir este futuro desolador. Por su especial importancia, este año parece ser el año de la llamada Economía Circular.

La Economía Circular es un concepto que pretende cambiar nuestro actual modelo económico lineal, imposible de sostener en el tiempo (extracción, fabricación, utilización y eliminación), para proponer un nuevo modelo de sociedad. Esto se lograría instaurando un sistema de aprovechamiento de recursos donde prima la reducción de los elementos y minimizar la producción al mínimo indispensable, y cuando sea necesario hacer uso del producto, apostar por la reutilización de los elementos que por sus propiedades no pueden volver al medio ambiente.

Es decir, la economía circular aboga por utilizar la mayor parte de materiales biodegradables posibles en la fabricación de bienes de consumo para que éstos puedan volver a la naturaleza sin causar daños medioambientales al agotar su vida útil. En el caso de que esto no sea completamente posible por el tipo de material utilizado, el objetivo será facilitar un desacople sencillo para darle una nueva vida reincorporándolos al ciclo de producción y componer una nueva pieza. Cuando no sea posible, se reciclará de una manera respetuosa con el medio ambiente. El fin máximo es eliminar los residuos en la medida de lo posible.

Como todos los términos que se repiten demasiado – así ha pasado con el concepto sostenibilidad-, tendemos a pensar que esto es algo que se ha puesto de moda y que ya pasará en algún momento. Pero no. No podemos permitirnos pasar por encima de esta “moda” sin sumarnos a ella. Porque pese a quien pese, esta “moda” es necesaria si no queremos presenciar la llegada de un mundo apocalíptico tal y como el cine nos lo ha reflejado en muchas ocasiones. Es aquí, donde el papel de las empresas y de la industria adquiere especial importancia. Para llevar a cabo la transición económica de un modelo lineal a un modelo circular, debemos realizar algunos sacrificios. ¿Está la industria dispuesta a ello?

En el Instituto Tecnológico Hotelero nos preocupa cómo el sector debe enfrentarse a esta transformación, y trabajamos activamente para encontrar la fórmula que permita a la industria hotelera contribuir a la aceleración de la natural evolución de la sociedad para poder llegar a tiempo de evitar el colapso de los recursos naturales y, por tanto, todo lo que ello conlleva.

Y ahora nos preguntaremos, ¿cómo desde el sector hotelero se puede contribuir a favorecer el desarrollo de este modelo económico? Los hoteles deben ir preparándose mediante la inclusión, en la medida de lo posible, de criterios, elementos y acciones basados en este modelo económico. Debido al modelo de negocio de un establecimiento hotelero, las posibles acciones en materia de economía circular que pueden aplicar están limitadas a las actividades que realiza y a los procedimientos que tiene instaurados.

Los criterios de diseño de productos no aplican a hoteles al no formar parte de una industria productiva, pero el hotel debe priorizar la compra de productos a empresas que tengan incorporados criterios de economía circular en sus procesos productivos, lo que se debe reflejar en su política de compras.

Los conceptos de economía circular que tiene más sentido aplicar al sector hotelero son los que contemplan el aumento del ciclo de vida de materiales, gestión y reutilización de agua, y la reducción y gestión de residuos (reducir, reutilizar y reciclar), el fomento de compras de proximidad, la reducción del derroche alimentario y la digitalización de los procesos administrativos.  Por otro lado, es importante la formación a los empleados enfocada a la concienciación, y en lo posible, intentar involucrar al cliente para que forme parte del proceso.

En definitiva, la Economía Circular puede cambiar la diversidad económica y al mismo tiempo incrementar el empleo. Por tanto, puede ayudar mucho a mejorar los resultados de un establecimiento hotelero, al incorporar a su cadena de valor un análisis de cómo evitar desde el principio la reducción de residuos e insumos y a alargar el ciclo de vida de los productos.

Con todo lo anterior, parece fácil poner nuestro granito de arena para trabajar conjuntamente en la transformación necesaria para compensar la “deuda ecológica” que hemos generado hasta ahora.  ¿Estamos dispuestos a cambiar nuestro modelo económico? ¿Podremos desde nuestra industria contribuir a un mundo más sostenible en un futuro?

 

Por Coralía Pino

cpino@ithotelero.com

@Corapino

Prevé y soluciona los problemas de ruido

El ruido es el causante de un tercio de las reclamaciones que se producen en los establecimientos hoteleros de España. Por eso, en un sector tan competitivo y exigente, cada vez son más los que apuestan por el bienestar y el confort acústico como seña de identidad.

Es necesario tomar conciencia de la importancia de dar un valor añadido a las infraestructuras hoteleras en materia acústica, con la finalidad de alcanzar los estándares de calidad que exigen cada vez más clientes. Los establecimientos que así lo hagan lograrán una importante ventaja competitiva que se traducirá en una mejora de su cuenta de resultados.

La manera óptima de trabajar es desde un plano preventivo, en el que tal y como se puede ver en el siguiente diagrama- la ingeniería, la dirección facultativa y la arquitectura de interiores trabajen de manera conjunta en la redacción de un proyecto acústico, definan las soluciones más favorables para reducir el impacto producido por los distintos focos de ruido (como, por ejemplo, el ruido de maquinaria o bajantes), estudien el acondicionamiento de los espacios y hagan un seguimiento exhaustivo de la ejecución en las distintas fases críticas de dicho proyecto, evitando los posibles problemas que puedan surgir a posteriori para no sólo cumplir con la normativa vigente, sino también para conseguir la certificación acústica del hotel y sus actividades AQH (Hotel Acoustic Quality Certification).

 

No obstante, si es un proyecto ya ejecutado, se trabajaría con un esquema muy similar al anterior pero desde un plano correctivo. A través del estudio en profundidad del problema existente, la toma de las soluciones más adecuadas, implementándolas y certificando el resultado final.

 

 

Estas acciones permiten dar un servicio integral en materia de acústica con total garantía, en torno a las siguientes áreas de actividad:

  • Ingeniería de diseño. Proyectos acústicos.
  • Aislamientos y acondicionamientos para mejorar la acústica a nivel interior y exterior.
  • Tratamientos de ruido provocado por maquinaria.
  • Mediciones acústicas realizadas por laboratorio acreditado.
  • Certificaciones AQH (Hotel Acoustic Quality Certification)

Contenido facilitado por Audiotec

Si quieres solicitar la asesoría técnica gratuita que Audiotec ofrece a los asociados de ITH, te sugerimos ponerte en contacto con el equipo de Audiotec, escribiendo a ithacustica[arroba]audiotec.es

La digitalización como nexo de unión entre productividad y sostenibilidad ambiental

EisiHotel analiza para el blog de ITH algunos aspectos del proceso de digitalización que tienen un impacto directo en la sostenibilidad. Leer más

¿Cómo contribuye una arquitectura IoT a la certificación sostenible de hoteles?

Los edificios representan más de un tercio de la energía que se consume en todo el mundo, además de producir el 40% de las emisiones mundiales de CO2 y el 30% del consumo global de materias primas y de desechos sólidos. De hecho, en concreto un edificio hotelero consume de media un 2,5 más de energía que un edificio de oficinas Es evidente, por lo tanto, que minimizar su impacto en el medio ambiente es una prioridad. En esta línea, desde hace un tiempo en el sector de la edificación se oye hablar mucho de las certificaciones ambientales de los edificios.

¿Qué son las certificaciones ambientales para edificios?

Se trata de herramientas que evalúan el impacto ambiental que genera un edificio en el medioambiente en general, o bien su comportamiento energético con respecto a su entorno. Todos ellos consisten en una serie de indicadores de sostenibilidad, como por ejemplo la eficiencia energética y del uso del agua, la durabilidad del edificio y la flexibilidad de uso, el confort, la seguridad, etc.

Algunos de estos procesos son de cumplimiento obligatorio, mientras que otros son de aplicación voluntaria. Para conseguir, pues, hoteles eficientes energéticamente y sostenibles, se pueden implantar Sistemas de Gestión en una organización, como la ISO 50001, o también sistemas de certificación de edificios sostenibles.

Estas certificaciones están pensadas para que, ya desde el diseño del edificio, se tomen en cuentas medidas para favorecer su sostenibilidad. Existen varios sistemas de certificación, pero en España los más conocidos son LEED® y BREEAM®, los cuales analizan aspectos de un edificio como el ahorro de energía, el uso del agua, la reducción de las emisiones de CO2, la mejora de la calidad ambiental, la gestión de recursos, y puntúan las actuaciones realizadas para mejorarlos.

Estos certificados son cada vez más difundidos porque fomentan una construcción más sostenible que repercute en beneficios económicos, ambientales y sociales para todas las personas vinculadas a la vida de un edificio, a la vez que suponen un reconocimiento de la RSC de la empresa para la sociedad y el mercado.

 

¿Cuáles son los beneficios de las certificaciones ambientales?

Las ventajas económicas son evidentes. Un hotel con certificación como LEED® y BREEAM® puede disminuir su consumo energético aproximadamente un 50%, el consumo de agua hasta un 40%, y además aumenta su valor inmobiliario un 7,5%. Son cifras nada desdeñables que convencen cada vez a más propietarios y gestores de edificios a sumarse a estas iniciativas.

Las reducciones en el consumo de energía repercuten directamente sobre el medioambiente, pero la metodología promueve muchas más iniciativas para reducir al mínimo las emisiones de CO2 durante la vida útil del edificio. Por ejemplo, aspectos relacionados con el almacenaje, recogida y tratamiento de residuos, etc.

Sin contar además los beneficios sociales: el ambiente de un hotel para el bienestar y la experiencia de sus huéspedes.

¿Cómo puede contribuir una arquitectura IoT?

Una herramienta IoT capaz de monitorizar y controlar los consumos de energía, HVAC e Iluminación de un hotel, que pueden representar el 75% del consumo, permite llegar a ahorrar hasta un 30% de los costes energéticos. Permite cumplir tanto con las normativas vigentes como los certificados en sostenibilidad más exigentes al poder incorporar medidas de temperatura, humedad y CO2, entre otros. Por lo tanto, representa una gran ayuda para conseguir las máximas puntuaciones en certificaciones ambientales, en apartados de gran peso como la Energía & Calidad del aire (35 puntos en LEED® y hasta un 31,5% de peso, en el caso de la energía, sobre el total de parámetros para BREEAM®), así como aprox. el 50% de los puntos en los apartados de la Calidad Ambiental Interior o la Eficiencia en el Consumo de Agua.

Una solución IoT que integre Hardware y Software, como el SmartX Controller Automation Server de Schneider Electric, puede actuar como servidor independiente para el control de módulos E/S y la supervisión/administración de dispositivos de bus de campo.

En pequeñas instalaciones puede realizar funciones clave como el control lógico de las instalaciones, registro de tendencias y supervisión de alarmas a través de un software de automatización. En instalaciones medianas y grandes va más allá, aportando a la vez comunicación vía TCP/IP y conectividad entre los diversos servidores de automatización instalados y las E/S de los diversos dispositivos de campo que tengan asociados cada uno de ellos, generando una capa de inteligencia distribuida a diversos niveles y sistemas.

Para funciones avanzadas en monitorización, control y automatización del edificio, el mejor aliado para gestionar toda la información de las instalaciones de un hotel es EcoStruxure Building Operation, el software de la plataforma de control que permite controlar y gestionar automáticamente climatización, iluminación, accesos, etc. Para más información sobre EcoStruxure Building, pueden consultar el video a continuación, o ampliar contenidos desde este enlace, donde hay una demo on line de esta herramienta.