Monitorización y control del consumo energético como base de los SGE en hoteles

Tras los fuertes incrementos en el precio de la energía en los últimos seis años y la cada vez más habitual incorporación de instalaciones que dotan de valor añadido al establecimiento pero incrementan el gasto energético (spas, piscinas, gimnasios, etc…), el sector hotelero hoy en día es consciente de la importancia que la energía está cobrando en los costes de explotación y muestra de ello es el hecho de que una gran parte de los hoteles han llevado a cabo o piensan hacerlo, alguna medida de mejora en eficiencia energética.

No obstante, hay un número muy elevado de establecimientos en los que el desconocimiento y la falta de información sobre los consumos de energía que generan imposibilitan el desarrollo de medidas de mejora en eficiencia energética y la disminución del consumo con la suficiente solvencia técnica y la posibilidad de medir y verificar los ahorros buscados.

Es muy importante que el hotelero mejore su conocimiento acerca del cuándo, del cómo, del dónde y de cuánta energía consumen las instalaciones de cada hotel, ya que de esa forma dispondrá de una información muy valiosa para la toma de decisiones sobre las medidas de mejora a llevar a cabo y de una herramienta real para la posterior verificación de la eficacia de las mismas.

Recientemente, el pasado doce de febrero se aprobó el Real Decreto 56/2016 por el que se traspone la Directiva Europea 2012/27/UE relativa a la eficiencia energética en el que se establece la obligación por parte de todas las empresas que no sean pymes de llevar a cabo una auditoría energética cada cuatro años o bien aplicar un sistema de gestión energética o ambiental certificado por un organismo independiente que incluya una auditoría energética.

Para enfrentarnos al conocimiento escaso de la forma en la que se consume energía en un hotel, independientemente de que éste sea pyme o gran empresa, desde el ITH, aconsejamos como primera medida de mejora de la eficiencia energética, implantar los sistemas de gestión de la energía que permiten al sector hotelero conocer y disponer de datos de consumo que le ayudarán a tomar las decisiones de implantación de medidas de ahorro y eficiencia energética con mayor efectividad y solvencia.

La gestión energética es un proceso de mejora continua que permite un consumo más eficiente y, por tanto, el ahorro económico y de materias primas energéticas, así como la disminución de las emisiones de CO2.

Un Sistema de Gestión de la Energía (SGE) debe de estar integrado en la gestión de cualquier establecimiento hotelero y es el responsable de desarrollar e implementar su política energética.

Cada hotel puede implantar con mayor o menor intensidad el SGE en función de las necesidades o de la importancia que suponga la energía dentro del hotel. Esta implantación requiere de un método, procedimientos y herramientas que permitan hacerlo de forma efectiva, en el menor tiempo posible y con bajo coste. La puesta en marcha de un SGE comprende los siguientes pasos:

  • Diagnóstico y auditoría energética con medidas de mejora energéticas.
  • Desarrollo de indicadores energéticos y su evolución temporal.
  • Control, registro y monitorización de consumos y costes energéticos.
  • Ejecución de medidas de mejora obtenidas en la auditoría.
  • Medición y verificación de las medidas de mejora ejecutadas.

Para que un SGE pueda ser efectivo en cualquier hotel se debe establecer las definiciones fundamentales del mismo (política, objetivos, metas), así como los procedimientos, la estructura y las responsabilidades, es decir un Manual de Gestión Energética.

Además, hay que establecer y describir el proceso de planificación energética según las nuevas herramientas que proporcione el sistema de gestión. Posteriormente habrá que detallar y establecer los procedimientos que serán utilizados para el control de los consumos y los costes de energía en las instalaciones con mayor consumo de energía (control del proceso) y seleccionar los proyectos que sean rentables a corto, medio y largo plazo que serán ejecutados para el cumplimiento de los objetivos marcados por el propio sistema de gestión (proyecto de gestión energética). No podemos olvidar incluir procedimientos eficientes para la compra de recursos energéticos y la evaluación de facturas de suministro de energía (compra de energía).

Una vez hemos llevado a cabo toda la parte conceptual y de definición, el siguiente paso es establecer los procedimientos para conocer a fondo nuestra instalación, es decir, la medición, el análisis de los indicadores energéticos de consumo, la verificación de las medidas de eficiencia y de la gestión energética…. Es aquí donde entra en juego la monitorización y el control de consumos energéticos del establecimiento.

A partir de aquí, conociendo el funcionamiento de las instalaciones energéticas del hotel, se puede iniciar el procedimiento para la identificación y aplicación de acciones encaminadas a la mejora continua de la eficiencia energética y del propio sistema de gestión. Es decir, las acciones que impliquen un mantenimiento correctivo y un mantenimiento preventivo.

Se llevará a cabo la formación continua del personal clave para la reducción del consumo de energía y se establecerán procedimientos para el control de los documentos del SGE. Por último, se incorporará al sistema una base de datos que permita registrar la información energética necesaria para el funcionamiento del propio sistema.

De acuerdo con la norma UNE-EN ISO 50001:2011, para cumplir con los requisitos que debe poseer un SGE, para realizar mejoras continuas y sistemáticas del rendimiento energético de las organizaciones, habrá que:

  • Planificar: Establecer un Plan Energético en la organización con acciones concretas y objetivos para mejorar la gestión de la energía.
  • Hacer: Implementar las acciones previstas en la planificación establecida por la dirección.
  • Verificar: Monitorizar los resultados, estableciendo los indicadores adecuados que determinen el grado de cumplimiento de los objetivos y de la planificación establecida.
  • Actuar: Revisión de los resultados para tomar las acciones de corrección y mejora que se estimen oportunas.

Por tanto, una de las obligaciones fundamentales con las que nos encontramos a la hora de empezar a aplicar medidas de eficiencia energética es contar con mediciones y registros de los consumos energéticos en sus principales procesos, estableciendo indicadores energéticos, para los cuales deberán tener contempladas metas de cumplimiento.

Posteriormente podremos, adicionalmente, incorporar buenas prácticas en los procesos de compra y diseño de nuevas instalaciones, considerando alternativas de tecnologías más eficientes, que serán evaluadas no solo por el coste inicial, sino también por los costes relacionados con el consumo de energía durante su vida útil.

En este contexto, conscientes de la importancia que cobran los procesos de medición, el análisis de los indicadores energéticos de consumo, la verificación de las medidas de eficiencia y de la gestión energética en la aplicación de un correcto SGE, el Instituto Tecnológico Hotelero (ITH) y Schneider Electric han puesto en marcha un proyecto piloto dirigido a establecimientos de 3, 4 y 5 estrellas en España para promover la monitorización y control de los gastos energéticos mediante un sistema que permite empezar con soluciones sencillas de coste reducido y escalarlas gradualmente en el tiempo completando las prestaciones y ventajas, de manera que el hotel puede gestionar la inversión inicial requerida y fraccionarla de acuerdo a sus posibilidades económicas.

Coralía Pino López
Jefe de Proyectos, Responsable del Área de Sostenibilidad y Eficiencia Energética
Instituto Tecnológico Hotelero (ITH)
@corapino