La iluminación inteligente ayudará a mitigar la crisis energética

Los precios de la energía aumentan progresivamente. Tanto el gas natural como el petróleo están costando en los últimos tiempos cerca del doble de lo que costaban hace un año y las consecuencias no deseadas son la inflación, un menor gasto de los consumidores y las dificultades en los meses más fríos.

Afortunadamente, las administraciones, las empresas y los consumidores pueden tomar medidas para mitigar la actual crisis energética. La forma más fácil y rápida de hacerlo es adoptar la tecnología de iluminación inteligente basada en LED e integrada en el Internet de las Cosas (IoT).

La iluminación representa un 12% de la electricidad que se consume cada año en el mundo. La iluminación inteligente basada en IoT puede reducir los costes energéticos relacionados con la iluminación hasta en un 80%, lo que supone un paso importante en el camino hacia la sostenibilidad.

Iluminando el camino hacia la Smart City

La iluminación pública LED inteligente es uno de los servicios más fáciles de implantar en una ciudad, así como una de las medidas de ahorro energético y reducción de emisiones de carbono más inmediatas. Al crear una red preparada para el IoT en toda la ciudad, la iluminación pública inteligente sirve como base sobre la que un municipio puede empezar a construir una plataforma de Smart City con todas las funciones.

El ahorro de fondos conseguido gracias a la conversión del alumbrado público LED inteligente puede dedicarse a otros programas que mejoren la vida de los ciudadanos y la hagan más viable económicamente. La energía ahorrada gracias a la eficiencia energética en iluminación pública puede reutilizarse para impulsar una red de estaciones de carga de vehículos eléctricos públicos, sin que ello suponga una carga adicional para la red energética.

Una nueva realidad para la eficiencia energética en iluminación de edificios

En interiores, los sistemas de iluminación inteligente basados en LED con sensores integrados pueden hacer que los edificios, que generan el 40 % de las emisiones de gases de efecto invernadero del mundo, sean mucho más eficientes desde el punto de vista energético.

Los sensores de ocupación integrados en un sistema de iluminación inteligente pueden atenuar de forma autónoma la luz de las habitaciones y otros espacios cuando están desocupados e iluminarlos cuando hay gente, brindando un nuevo grado de control sobre el uso de la electricidad.

Cuando se integra con los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado de un edificio, por ejemplo, un sistema de iluminación inteligente puede controlar las condiciones internas y externas, abriendo las persianas para aprovechar la luz solar que recibe de manera directa el edificio, lo que permite reducir la calefacción, o abriendo las ventanas para permitir la circulación de aire fresco, reduciendo el uso del aire acondicionado. A gran escala, estas soluciones pueden reducir notablemente tanto los costes como el uso de la energía.

Ventajas a corto plazo, promesa a largo plazo

La iluminación inteligente promete ofrecer importantes beneficios a largo plazo, reduciendo potencialmente la huella de carbono mundial en más de 553 millones de toneladas al año, pero también puede aportar muchas ventajas a corto plazo.

La iluminación inteligente puede instalarse rápidamente, sobre la base de un servicio que no requiere ninguna inversión de capital y una disrupción mínima. El proveedor de iluminación conserva la propiedad del hardware de iluminación y realiza todo el mantenimiento y las actualizaciones; el cliente solo tiene que pagar cuotas periódicas y beneficiarse del ahorro que comienza a obtenerse de inmediato.

 

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Jose Luis Pavon jose.luis.pavon@signify.com