Entrevista a Jesús Gatell, vicepresidente del ITH

Uno de los participantes en la I Reunión Iberoamericana de la OMT celebrada a principios de abril en Montevideo fue Jesús Gatell, vicepresidente del ITH y presidente de las Comisiones de Turismo, Ferias y Reuniones de la Cámara de Comercio e Industria de Madrid y de CEIM-CEOE. El encuentro -convocado por las asociaciones hoteleras de Argentina y Uruguay, conjuntamente con la OMT y el Ministerio de Turismo de Uruguay- se centró en el análisis de la economía colaborativa en el alojamiento turístico. Hosteltur entrevistó a Jesús Gatell:

¿Qué conclusiones extrae usted de esta primera reunión, que expuso la realidad latinoamericana con aportes de la experiencia ibérica?

España tuvo mucho protagonismo con nuestra presencia. Es muy importante para estos nueve países que han participado la presencia de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos, así como el Instituto Tecnológico Hotelero (ITH) han tenido razonablemente un protagonismo que acaba de decirme la ministra que es bueno. Eso ha creado para mí una inquietud muy importate de lo que está pasando en Europa con la economía sumergida. De momento ellos no son conscientes del crecimiento exponenecial que está teneindo, pero les llegará. Lo importante es preparase ya, fijar las coordenadas y la agenda de trabajo para el próximo noviembre. En resumen, lo importante es que se ha despertado una inquietud y yo creo que todo el mundo vuelve a su país, a sus ciudades, con la convicción de que hay un problema al que habrá que hacerle frente. Los abogados, los políticos y la sociedad civil representada por las asociaicones tienen que intenar algo.

Muchas herramientas jurídicas que existen pero no se aplican fueron expuestas. ¿Eso es algo común a todos los países?

Sí, y también se aplica a España. Llego a la conclusión de que hemos perdido en parte la batalla de la comunicación. La sociedad y parte de los políticos que tienen que legislar piensan que en realidad no hay ningún problema, y hay algo de maniqueísmo de buenos y malos. Las plataformas se han vendido muy bien. Mejor que nosotros. En la comunicación se postulan como una opción mejor que un hotel. No entiendo qué es mejor que un hotel, si no hay viglancia, ni seguridad, no hay garantías.

¿Cree que es un momento apropiado para tomar el tema por las astas en los países latinoamericanos?

Aquí se mencionó un contrapunto como San Francisco, como una ciudad muy abierta, pero afortunadamente también hemos tenido oportunidad de hablar de París, y de Barcelona, que acaba de prohibir que ni un apartamento más se dedique a la venta turística. Esto va avanzando y nos crea a los empresarios del hospedaje yo diría que cierto optimismo, y que no todo está perdido.

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