Cómo marcar la diferencia en cadenas hoteleras con la ayuda de la tecnología

Introducción

La industria hotelera ha experimentado una transformación profunda en la última década, impulsada por la digitalización, la globalización y la evolución de las expectativas del cliente.

Las grandes cadenas hoteleras se enfrentan a un entorno cada vez más competitivo, donde la diferenciación ya no depende solo de la ubicación o la marca, sino de la capacidad de adaptarse rápidamente a los cambios del mercado y a las nuevas demandas de los huéspedes.

Factores como la sostenibilidad, la personalización del servicio, la gestión eficiente del talento y la necesidad de optimizar la rentabilidad han ganado protagonismo progresivamente. En este contexto, la tecnología ha dejado de ser un mero soporte operativo para convertirse en el motor que regula, compensa y optimiza todos los retos del sector, permitiendo a las cadenas hoteleras mejorar su competitividad, agilidad en la toma de decisiones, oferta de servicios y expansión estratégica.

En este artículo exploraremos las áreas clave donde la tecnología actúa como palanca para el crecimiento y la excelencia de las cadenas hoteleras, desde la gestión de datos hasta la eficiencia operativa y la escalabilidad del negocio.

Dato único: el eje estratégico de la gestión hotelera

En el corazón de cualquier cadena hotelera de éxito, reside una gestión inteligente y centralizada de los datos. Antes de abordar cualquier proceso de digitalización, es fundamental preguntarse qué información es realmente relevante a nivel estratégico para el negocio y cómo debe estructurarse en el CORE tecnológico.

La filosofía del “dato único” se ha consolidado como la base sobre la que se construye una gestión eficiente y fiable: disponer de una única fuente de verdad que alimente todos los sistemas y departamentos reduce errores, evita duplicidades y facilita la toma de decisiones informadas.

Por ejemplo, en el área financiera, la preocupación por la fiabilidad de los datos y la capacidad de anticipar riesgos es constante. Un CORE tecnológico robusto, permite automatizar la consolidación de información financiera de todos los establecimientos, generando informes en tiempo real y facilitando el control de objetivos y estrategias.

Por otro lado, en el área de compras, el acceso a datos centralizados permite comparar proveedores, optimizar costes y coordinarse con otros departamentos como el financiero, todo desde una única plataforma.

La clave está en realizar un análisis exhaustivo de las necesidades de la cadena y diseñar una arquitectura tecnológica que garantice la coherencia y la trazabilidad de la información en todo momento.

Eficiencia operativa: un engranaje coordinado en tiempo real

La eficiencia operativa es uno de los mayores retos para las cadenas hoteleras, donde la coordinación entre múltiples establecimientos y departamentos es esencial para mantener la calidad del servicio y la rentabilidad.

La tecnología ha permitido automatizar procesos críticos como la gestión de reservas, el check in y check out, la asignación de habitaciones o la facturación, liberando al personal de tareas repetitivas y minimizando los errores humanos.

¿Quieres ver un ejemplo concreto? En el área de compras, tradicionalmente, los directores de compras dedicaban horas a comparar precios de proveedores en diferentes hojas de cálculo, con el riesgo de descoordinación con el área financiera. Hoy, los sistemas integrados permiten unificar toda la información relevante, automatizar la actualización de precios y sincronizar datos en tiempo real con otros departamentos, lo que se traduce en un mayor control y optimización de costes. Además, herramientas de Business Intelligence permiten la visualización y manejo de datos e informes que ayudan en la toma de decisiones y en el análisis de procesos operativos, incluso de forma anticipada (predicciones), algo que marca la diferencia a nivel competitivo.

La digitalización de procesos puede aumentar la eficiencia operativa hasta en un 30% y mejorar la satisfacción del cliente en un 20%, según estudios recientes. La clave está en disponer de un ecosistema tecnológico que permita a cada responsable de área acceder a la información que necesita en tiempo real y tomar decisiones ágiles y fundamentadas.

Expansión estratégica: tecnología como palanca de escalabilidad

Una vez consolidada la base tecnológica y operativa, las cadenas hoteleras pueden abordar procesos de expansión con mayor seguridad, agilidad y precisión. La unificación y calidad de los datos en el CORE tecnológico permite identificar oportunidades de crecimiento, analizar tendencias y evaluar la rentabilidad de nuevas ubicaciones o segmentos de mercado con un menor margen de error.

La tecnología no solo facilita el análisis previo a la expansión, sino que también simplifica la incorporación de nuevos establecimientos al ecosistema de la cadena. Al contar con una metodología de trabajo y sistemas integrados, la puesta en marcha de nuevos hoteles es más ágil y eficiente, aprovechando las referencias y aprendizajes de otros establecimientos del grupo.

Además, la escalabilidad de las soluciones tecnológicas modernas —especialmente aquellas basadas en la nube— permite adaptar rápidamente los recursos a las necesidades de cada momento, garantizando la continuidad operativa y la seguridad de la información.

CORE tecnológico: la columna vertebral de las cadenas hoteleras

La tecnología debe concebirse como la columna vertebral del negocio hotelero, no solo como un conjunto de herramientas aisladas, sino como un socio estratégico que acompaña a la cadena en cada etapa de su desarrollo.

La interconectividad entre los distintos sistemas —facilitada por APIs y plataformas cloud— garantiza que los datos fluyan de manera segura y eficiente, permitiendo una visión global y actualizada del negocio.

Es imprescindible sustentarse en un CORE tecnológico robusto integre de manera nativa áreas de extrema relevancia, como las finanzas, evitando la fragmentación y asegurando la coherencia de la información. Esto es fundamental para escalar el negocio, garantizar integraciones seguras con nuevas soluciones y maximizar el valor de los datos en la toma de decisiones.

Tecnologías emergentes como la inteligencia artificial y los sistemas de personalización avanzada están revolucionando la experiencia del huésped y la eficiencia operativa, pero solo pueden desplegar todo su potencial sobre una base tecnológica sólida y flexible.

Conclusión

La transformación tecnológica no es un fin en sí mismo, sino un medio para alcanzar los objetivos estratégicos del negocio hotelero.

Analizar en profundidad las necesidades de la cadena y elegir herramientas robustas, confiables y alineadas con la visión corporativa es clave para garantizar la competitividad, la escalabilidad y la excelencia operativa a largo plazo.

La pregunta final que debemos hacernos es: ¿estamos realmente aprovechando todo el potencial de la tecnología para optimizar la gestión y el crecimiento de nuestra cadena hotelera?

La respuesta marcará la diferencia entre liderar el sector o quedarse atrás en un entorno cada vez más exigente y digitalizado.

Por:  Álvaro Muñoz , Director Comercial de Noray

Madrid: Motor de la rentabilidad turística en España

La Comunidad de Madrid consolida en 2024 su posición como uno de los destinos turísticos más dinámicos y rentables del país, alcanzando cifras históricas en actividad turística y demostrando que es posible avanzar hacia un modelo de crecimiento sostenible, rentable y estable en el tiempo. Su desempeño no solo impulsa la economía regional, sino que también ejerce una influencia decisiva en la transformación del turismo a nivel nacional, aportando valor económico, empleo estable y una creciente competitividad internacional.

Una aportación decisiva al turismo nacional

A pesar de que el turismo representa el 8,6% del PIB madrileño —una cifra inferior al peso que tiene en otras regiones más especializadas— su valor absoluto supera los 25.000 millones de euros, lo que supera a regiones turísticas tradicionales como Canarias. Esto pone de manifiesto la solidez y diversificación de la economía regional, al tiempo que confirma que la Comunidad de Madrid es un actor clave en el ecosistema turístico español.

En 2023, la actividad turística generó 8.571 millones de euros en recaudación fiscal para la Comunidad, lo que representa el 8,2% del total regional. Esta cifra refleja la relevancia del sector no solo como motor económico, sino como fuente de ingresos públicos que permiten seguir desarrollando infraestructuras, servicios y políticas sociales.

Crecimiento rentable y sostenido

En un contexto de recuperación y transformación del sector turístico tras la pandemia, Madrid ha sabido posicionarse como uno de los destinos que mejor ha sabido convertir el crecimiento en rentabilidad. En 2024, los turistas internacionales dejaron en España un total de 126.143 millones de euros, un 16% más que el año anterior. De ese incremento, el 16% se debe a turistas llegados a la Comunidad de Madrid, que generaron 2.778 millones de euros adicionales. Solo Andalucía contribuyó en mayor medida al crecimiento nacional.

La Comunidad de Madrid ha logrado una de las mejores ratios de rentabilidad turística del país: el diferencial entre el crecimiento en llegadas y el incremento del gasto fue de 8,4 puntos porcentuales, superando ampliamente la media nacional (5,9 puntos) y situándose por delante de regiones tradicionalmente turísticas como Baleares (7,1 puntos), Canarias (3,3) o Cataluña (2,1). Esta eficiencia en la generación de valor por visitante refleja un modelo turístico más sofisticado, menos dependiente del volumen y más orientado a la calidad.

Un pilar del empleo turístico nacional

La Comunidad de Madrid emplea de forma directa a cerca de 250.000 personas en el sector turístico, lo que representa el 13% del empleo turístico total de España. Este dato cobra aún mayor importancia si tenemos en cuenta que Madrid destaca por la estabilidad de su empleo turístico, menos afectado por la estacionalidad que caracteriza al modelo de sol y playa. Por ejemplo, en enero de 2025, un mes tradicionalmente débil para el turismo, el 14,7% de los empleos turísticos del país estaban en Madrid.

Este carácter estable y desestacionalizado convierte al turismo madrileño en un modelo de referencia para otros destinos que buscan alinear el crecimiento del sector con la mejora de las condiciones laborales y la sostenibilidad social.

Madrid, ejemplo de una nueva visión del turismo

Con una aportación al PIB turístico nacional del 11,8% del total español— y un crecimiento sostenido en gasto, empleo y recaudación, Madrid se posiciona como uno de los destinos más competitivos del país. Su ejemplo demuestra que es posible construir un modelo turístico rentable, estable, atractivo para los viajeros internacionales y respetuoso con los recursos locales.

Desde el Instituto Tecnológico Hotelero (ITH), celebramos y apoyamos esta evolución hacia un turismo más inteligente, alineado con los valores de innovación, sostenibilidad y calidad que definen el futuro del sector. La Comunidad de Madrid no solo es un gran destino: es, también, un gran referente.

Dormir a la carta, el mejor souvenir a medida

  • Ofrecer una selección de almohadas ya no es un lujo, sino una herramienta clave para fidelizar, que mejora el descanso y deja un recuerdo inolvidable en el huésped.

Elegir la almohada perfecta puede ser misión imposible al viajar, pero un buen menú de opciones conquista al huésped desde la primera noche. Y es que, en un sector tan competitivo, la personalización de la experiencia marca la diferencia.

¿Quién no ha librado una batalla nocturna con una almohada incompatible? Hay quien duerme con dos, con ninguna o abrazado a ella. El descanso, como el café, es cuestión de gustos.

Félix Martí, director general de Resuinsa, explica que cada vez más hoteles apuestan por ofrecer alternativas concretas —viscoelástica, cervical, firme, suave, con relleno natural o sintético— porque no se trata solo de variedad, sino de acertar con las necesidades reales del huésped.

Esta personalización tiene un impacto tangible: según un estudio de la Cornell University, permitir que el huésped elija aspectos como la almohada puede aumentar su satisfacción hasta un 21 % y reforzar su fidelidad al hotel.

Martí subraya que “más allá del confort, una carta de almohadas bien diseñada facilita la gestión diaria del hotel —especialmente para el equipo de housekeeping—, uniendo funcionalidad y experiencia para el huésped.”

Ahora bien, demasiadas opciones sin orientación clara pueden generar confusión. Cuando se ofrecen más de 20 tipos de almohadas, es fundamental acompañar la carta de una pequeña guía que ayude al huésped a elegir según su forma de dormir —de lado, boca arriba, con necesidad de soporte cervical o preferencia por materiales hipoalergénicos— señala Martí.

Implementar esta propuesta no solo mejora la experiencia del huésped, sino que también supone un reto para la gestión hotelera. La selección adecuada de productos, la formación del equipo y el control de stock son claves para que esta personalización sea viable y rentable.

En la era del lujo silencioso, donde la verdadera exclusividad está en los pequeños detalles, elegir cómo dormir se vuelve un gesto de hospitalidad auténtica. La personalización, cuando es sencilla y bien pensada, no solo mejora el descanso: convierte una noche cualquiera en un motivo para volver.

En tiempos de incertidumbre, los hoteles tienen motivos para avanzar con paso firme

El siguiente es un extracto tomado de la última edición de la serie «Revenue Management: Una Conversación Más Profunda» de SiteMinder:

No cabe duda de que la saga arancelaria estadounidense que ha definido la primera mitad de 2025 ha supuesto todo un reto para la economía mundial. En particular, el sector de los viajes y la hostelería ha tenido que revisar sus perspectivas para el año, y algunas marcas hoteleras con presencia global han rebajado sus previsiones de ingresos por habitación disponible (RevPAR).

Para algunos hoteles de EE. UU., el impacto de las negociaciones fue inmediato y se notó incluso en el primer trimestre del año, más o menos cuando el Gobierno estadounidense impuso aranceles generalizados a las importaciones canadienses.

«Sin duda notamos el impacto, sobre todo en marzo», afirma Christopher Ellison, vicepresidente de ingresos de Brittain Resorts and Hotels, una empresa de gestión hotelera con sede en la región sudeste. «Fue como una especie de efecto de reducción paulatina. Enero fue un buen mes, febrero descendió ligeramente y marzo ya fue bastante peor. Estos resultados fueron un efecto directo de los viajes canadienses».

La incertidumbre de los consumidores provocada por las tensiones comerciales, a la que se suman un aumento global del coste de la vida, las tensiones políticas y recomendaciones de viaje más estrictas, pueden estar pesando ligeramente en la demanda hotelera actual. Sin embargo, detrás del drama geopolítico y económico, se esconde una tendencia mundial que los hoteles deben tener en cuenta.

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Contacto para medios

Maria Cricchiola

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media@siteminder.com

 

Acerca de SiteMinder

SiteMinder Limited (ASX:SDR) es la empresa detrás de SiteMinder, la plataforma líder mundial de distribución y gestión de ingresos hoteleros, y de Little Hotelier, un software de gestión hotelera todo en uno que facilita la vida de los pequeños proveedores de alojamiento. La compañía global tiene su sede en Sídney y oficinas en Bangalore, Bangkok, Barcelona, Berlín, Dallas, Galway, Londres, Manila y Ciudad de México. A través de su tecnología y del ecosistema de socios más grande de la industria hotelera mundial, SiteMinder genera más de 125 millones de reservas, por un valor superior a 50.000 millones de dólares en ingresos para sus clientes hoteleros cada año. Más información en siteminder.com.

Lo que la gestión textil doméstica debe aprender del hotelero

Por Félix Martí, CEO de Resuinsa Experiences

En España, más de 18 millones de hogares generan aproximadamente 900.000 toneladas anuales de residuos textiles —ropa, calzado y textil del hogar— de los cuales un alarmante 88 % termina en vertedero, una señal clara de la urgencia por cambiar nuestros hábitos.

Desde Resuinsa, llevamos más de dos años trabajando en un proyecto pionero centrado en la recogida, tratamiento y transformación de residuos textiles procedentes del sector hotelero. Gracias a esta experiencia, estimamos que los hoteles generan cerca de 500.000 kilos de residuos textiles al año en España. Aunque se trata de una cantidad considerable, resulta mínima si la comparamos con los volúmenes generados en el entorno doméstico.

Esta brecha se explica en gran parte por un modelo de consumo impulsivo y efímero en los hogares, donde la moda rápida y los precios bajos han hecho que el textil se perciba como algo desechable, fomentando un modelo ‘usar y tirar’ que genera grandes volúmenes de residuos sin vías adecuadas para su recuperación.

El reciclaje textil doméstico, aunque existe, sigue siendo limitado y fragmentado: la recogida selectiva está poco implantada, la conciencia es baja, y los canales profesionales para gestionar estos residuos son escasos comparados con el sector hotelero. Como resultado, la mayoría acaba en vertederos o incineradoras sin tratamiento adecuado.

Cada vez más, en el sector hotelero vemos cómo se apuesta por un modelo profesional, planificado y sostenible. Los textiles están diseñados para durar, con tejidos técnicos certificados que soportan cientos de lavados industriales y con un diseño atemporal que no depende de modas pasajeras. Además, muchos hoteles aplican protocolos específicos para maximizar la vida útil de sus productos y están apostando por iniciativas innovadoras que impulsan una economía circular real.

Desde nuestra experiencia en Resuinsa, estamos convencidos de que fomentar un cambio de mentalidad es clave para avanzar hacia una economía circular textil real y efectiva. Si los hoteles pueden reducir su huella sin renunciar a la excelencia, creo firmemente que el consumo doméstico también puede dar un paso hacia un modelo más consciente.

Desde la gestión hotelera podemos aprender que no se trata solo de reciclar más, sino de repensar cada etapa: elegir productos duraderos, cuidar su uso y lavado, y apoyar sistemas organizados de recogida y reciclaje. Estoy convencido de que, si aplicamos estos principios también en el ámbito doméstico, podremos reducir significativamente su impacto y alargar la vida útil de cada prenda, generando un valor real más allá del primer uso.