El sector hotelero podría ahorrar 210 millones de euros al año si aplicase medidas de eficiencia energética

Según los resultados del Informe ‘Cómo impulsar la eficiencia energética en el sector hotelero español’,se podría evitar la emisión de 835.000 toneladas de CO2. El 89% de los hoteles encuestados ya han acometido algún proyecto de eficiencia energética en sus instalaciones, pero existe un alto potencial por acometer
Si el sector turístico español apuesta por la implantación de planes de eficiencia energética se podría ahorrar 210 millones de euros al año y se evitaría la emisión de 835.000 toneladas de CO2 a la atmósfera. Así se recoge en el informe Cómo impulsar la eficiencia energética en el sector hotelero español, elaborado por PwC y la Plataforma tecnológica española de eficiencia energética. Invertir en proyectos de eficiencia energética se ha convertido en una herramienta esencial para el incremento de la competitividad de la industria y, por extensión, para el desarrollo económico de nuestro país. De hecho, el 89% de los hoteles encuestados ya han acometido algún proyecto de eficiencia energética en sus instalaciones, en gran medida centrados en soluciones de iluminación. Es posible acometer medidas de eficiencia mayor calado, con ahorros sustanciales.
El documento realizado a partir de las reflexiones y entrevistas con un nutrido grupo de expertos y de diferentes actores del mercado, señala que los costes energéticos representan, de media, un 9% de los costes totales de explotación de un establecimiento hotelero. Esta cifra, puede variar entre un 4% -para hoteles con consumos básicos de iluminación, agua caliente y calefacción- y un 25%, para establecimientos con servicios de SPA o piscinas climatizadas. Para los hoteles en España, los mayores gastos energéticos son los relativos a la climatización, por delante del consumo de agua caliente. El 69% de los establecimientos hoteleros entrevistados tienen intención de implantar, en el corto plazo, soluciones de eficiencia energética en sus establecimientos. Entre las principales motivaciones, se encuentran el ahorro económico (64%) y el ahorro energético (49%). Aquellos hoteles que no tienen intención de acometer soluciones de eficiencia (14%) aducen la dificultad de financiar inversiones sustanciales.
Sin embargo, el documento destaca que existen medidas de eficiencia energética con un bajo nivel de inversión, como la concienciación del personal y del cliente a los consumos de agua y de iluminación. Otro ejemplo son aquellas que buscan la eficiencia energética en los equipos de climatización y de calefacción y agua caliente sanitaria, incluyendo la sustitución de combustible de las calderas, o la implantación de un gestor energético que monitorice y controle los sistemas energéticos.
El informe explica que, para estimar dónde se localiza el mayor potencial de eficiencia energética de un hotel, hay que analizar distintos factores como el emplazamiento y las condiciones climatológicas; la antigüedad del edificio; la categoría del hotel, indicativa del tipo de servicios que ofrece y, por tanto, del consumo energético; si se trata de un establecimiento independiente o de una cadena hotelera. La antigüedad del hotel y el estado de sus instalaciones es una variable especialmente crítica en España, ya que cuenta con un parque hotelero, en particular del tipo vacacional, con una antigüedad superior a la media.
Según el estudio, los directivos de las grandes cadenas hoteleras iniciaron su recorrido en eficiencia energética en torno al 2004, cuando se empezaron a dibujar los primeros planes de eficiencia a nivel corporativo y se acometieron las primeras experiencias. Esto derivó, unos años más tarde, en la elaboración de planes medioambientales, más ambiciosos e, integrales. Para ilustrarlo en ejemplos concretos, el documento incluye un capítulo final con diez casos de éxito desarrollados en hoteles españoles. Se trata de experiencias que ponen de manifiesto que es posible avanzar en materia de eficiencia energética cuando existe una voluntad clara por parte de los hoteles y, sobre todo, entendimiento y relaciones de confianza entre los diferentes agentes involucrados.
Para Blanca Perea, directora del sector de energía de PwC, “el desarrollo de la eficiencia energética en el sector hotelero es una palanca de crecimiento sostenible y de valor añadido en un sector estratégico para nuestro país. Hacer tangible el gran potencial de eficiencia energética requiere que los agentes involucrados recuperen la confianza para distribuir el riesgo y el retorno de los proyectos equilibradamente, trabajar el modelo go-to-market de las empresas de servicios energéticos, fabricantes de equipos e instaladores y diseñar fórmulas de financiación eficientes. El encuentro con el sector demuestra que esto es posible.”
Instituto Tecnológico Hotelero (ITH)
@ithotelero